Neon Genesis Evangelion

Es casi imposible entender el anime de los 90 y principios del siglo XXI sin pasar por Evangelion. La obra de Hideki Anno y piedra filosofal de Gainax es, junto a unos cuantos títulos que a todos nos vienen fácilmente a la cabeza, uno de los animes con más repercusión de los últimos 20 años. Además, llegó a occidente rompiendo los clichés en los que se había relacionado a la animación japonesa con historias repletas de violencia y sexo sin ningún trasfondo detrás.

Eso sin hablar de la renovación a un género, el de los mechas, que comenzaba a quedarse un poco obsoleto, consiguiendo añadirle un trasfondo entre místico y filosófico como pocas veces se había visto antes en una serie de animación y que, aún hoy en día, sigue influenciando día sí y día también a tantas otras obras. Selecta Visión la distribuye en España con esta Edición Integral pero, ¿qué tiene de particular Evangelionpara seguir aquí tras casi veinte años?

Argumento

Evangelion nos cuenta la historia de Shinji Ikari. En muchos sentidos y significados,Shinji es un fracaso como ser humano: Torpe socialmente, abandonado por un padre del que busca continuamente la aprobación, incapaz de tener una iniciativa propia… Probablemente sea uno de los personajes protagonistas más fácilmente odiables del anime… aunque también es uno de los más perdurables.

Shinji vive en un mundo que ha sido asolado quince años atrás por un terrible cataclismo llamado el Segundo Impacto, que redujo la población humana a la mitad y que se produjo tras contactar por primera vez con unos misteriosos series denominados ángeles. Tras lo ocurrido, la ONU formó una organización denominada NERV que se encarga de la protección de la Tierra.

El anime comienza cuando, un buen día, Shinji es llamado por el director de NERV, su padre Gendoh, tras años de no tener noticia de él. Sin embargo, antes de que pueda llegar a verle y tras años sin tener noticia de los ángeles, el Tercer Ángel comienza a asolar la ciudad de Tokyo.

Después que una miembro de NERV llamada Misato Katsuragi le rescate del peligro, le lleva frente a su padre, desvelándose las intenciones de su progenitor: Shinji Ikari debe pilotar el arma secreta más importante de NERV, el Evangelion, un gigante biomecánico que es la principal baza de la humanidad para derrotar a los ángeles.

Así comienza una trama influenciada directamente por conceptos de algunos grandes pensadores como Kierkegaard, Hegel, Heidegger, Schopenhauer… todo rebozado y remozado con una dialéctica mitológica judeocristiana a la que hay continuas referencias, con una trama de misterios y conspiraciones de por medio que implica el futuro de la humanidad.

Dicho así puede sonar un poco intimidatorio y, pese a que Evangelion tiene mucho de reflexión acerca de la complejidad humana y del entramado de las relaciones interpersonales, luego también resulta una serie de mechas, con combates y momentos de humor. Es más, durante los primeros episodios de la serie todo tiene que ver con estos derroteros menos sesudos pero, a partir del capítulo 16, todo cambia.

Según vamos introduciéndonos en los entramados tendidos por NERV, según vamos conociendo más de lo que hay detrás de las invasiones de los ángeles que asolan Tokyo, todo empieza a tornarse más sórdido y complejo, empiezan a predominar los monólogos interiores, haciendo que los personajes se torsionen y oscurezcan, llegando a parecer sombras grotescas de lo que aparentaban ser.

¿Pero esto no iba de robots gigantes dando mamporros?

Bueno, en cierta manera sí. En el fondo y en teoría iba de eso. De hecho, Evangeliontiene unos combates intensos, inteligentes, normalmente bien coreografiados, desarrollados y que se producen de forma vertiginosa y magistral. Sin embargo… son combates muy cortos, como un clímax después de una larga espera, donde previamente se han analizado, preparado, pensado y razonado…

Además, las amenazas son siempre diversas, innovadoras, inesperadas… e incluso fallidas. Algunos diseños de ángeles son bastante hilarantes y algunas habilidades pueden resultar un poco… cómicas. Sin embargo, por norma general, hay grandes ideas y conceptos detrás de cada uno de los combates de la serie y prácticamente todos ellos son visualmente potentes y están muy bien hechos.

Ahora bien, no siempre son combates al uso, a veces son amenazas muy diferentes, más enfocadas a los personajes en sí, al entorno ya que los ángeles son seres adaptativos que buscan la forma adecuada para lograr su objetivo.

Sin embargo, Hideaki Anno decidió a mitad del camino y en plena realización de la serie cambiar el tono de Evangelion, modificando el guión original y abandonando los derroteros más habituales, los combates, la acción, para adentrarse en la búsqueda interior de los personajes y empezar a llenar los ocho últimos capítulos de monólogos interiores y reflexiones.

El cambio le sienta relativamente bien a la serie, enriqueciéndola… aunque se puede hacer algo dura por momentos y los dos capítulos finales son un auténtico despropósito que no merece ser visto. La mejor opción es pasar directamente a las dos películas con las que Anno sí finalizó su proyecto tal y como quería: The End of Evangelion.

Una galería de personajes icónicos

Que la paradoja de la socialización es uno de los temas es obvio desde el momento que uno de los capítulos se centra en el dilema del erizo propuesto por el filósofo alemán Schopenahuer. Y es que uno de los ejes centrales de esta historia está en la forma de la que se relacionan una miríada de personajes que han pasado a ser iconos dentro del universo del manga y el anime.

Podríamos decir que Evangelion tiene dos estratos de historia por así decirlo. Por un lado, tenemos la historia que atañe a los adolescentes. Son nombres tan conocidos en el anime como el triplete Shinji Ikari, Rei Ayanami o Soryu Asuka Langley, pero también están otros más secundarios pero con gran trascendencia para la historia como Touji Suzuhara o Kaworu Nagisa.

Este estrato es el motor total de la historia que se desarrolla en un primer plano, son los protagonistas de cada combate y situación de la trama. También son los instrumentos para hablar de los temas más personales, son el motor del monólogo interior, de la trama psicológica de Evangelion… sin embargo, todos los problemas, todo lo que va surgiendo y añadiendo riqueza a la trama surge del otro estrato.

Y es que la trama interior de Evangelion, los misterios, el gran argumento de la serie se mueve en lo ocurrido con Misato Katsuragi, Ritsuko Akagi y Kaji Ryouji por un lado y, por supuesto, la de Gendoh y Yui Ikari, junto con Kozo Fuyutsuki, por otro. Todo cambia por ellos, todo se mueve por ellos, mientras que los adolescentes no dejan de ser unos actores en un teatro dispuesto por otros… y en ese teatro no dejan de comportarse como lo que son: adolescentes formando su personalidad.

Más allá de los ires y venires de Shinji con sus lloros y lamentos, hay mucho más: La historia de Rei, el gran plan de Gendoh, el pasado de Katsuragi, todo lo que rodea aKaji… Es cierto que hay cosas que se tocan de una forma muy superficial, como el desarrollo de los EVA fuera de Japón, por ejemplo, pero hay muchas historias dentro de la serie más allá de la exasperación que a veces provoca Shinji.

 

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